AFICHES PERONISTAS 1945-1955

Naturalismo chúcaro

Una de las hipótesis más caras a la intelectualidad “gorila” hacía del peronismo un sucedáneo del fascismo, punto que consideraba probado en la profusión de imágenes del “tirano prófugo” y su mujer. En realidad, los afiches peronistas no fueron más gráficos que otros de la misma época, ni incurrían en la utilización de la propia imagen con más obstinación que los curiosos souvenirs de Don Hipólito Irigoyen (vasos de cristal, cajitas de fósforos y hasta hojitas de afeitar con el rostro del “Peludo”).

Perón inventó la comunicación política moderna. El coronel advierte que la aparición del color le permite reformular el concepto gráfico de los afiches, haciendo de la imagen no la mera ilustración de la consigna sino el soporte mismo del mensaje. En 1947, todavía lo hace echando mano a las vanguardias, pero durante el segundo mandato entenderá la importancia de copiar la estética que predomina en las revistas, ese “naturalismo chúcaro” tan alejado del arte, anticipando el lugar que ocupará la fotografía a partir de los ’60. (Hugo Salas)


Monumental enciclopedia de los logros peronistas, editado en 1950.

En 1955 el furor iconoclasta de la revolución fusiladora arrasó con los símbolos y las imágenes del peronismo, intentando borrar de la memoria colectiva todo vestigio que evocara el régimen depuesto. Tan sólo diez años antes una de las preocupaciones centrales del movimiento que comenzaba a organizarse era crear una serie de símbolos que contribuyeran a otorgarle identidad. Así, en los primeros años del gobierno de Perón la producción de miles de afiches y folletos acompañó el ritmo de las realizaciones: las siluetas de los descamisados y las familias felices de los trabajadores recordaban quiénes eran los verdaderos beneficiarios de las políticas del Estado. (Marcela Gene)

El 5 de marzo de 1956, el decreto 4161 decide que "en su existencia política, el Partido Peronista ofende el sentimiento democrático del pueblo argentino". La medida prohíbe en todo el país “la utilización de la fotografía, retrato o escultura de los funcionarios peronistas o de sus parientes, el escudo y la bandera peronista, el nombre propio del presidente depuesto, el de sus parientes, las expresiones peronismo, peronista, justicialismo, justicialista, tercera posición”. La prohibición se extiende a “las fechas exaltadas por el régimen depuesto, las marchas Los muchachos peronistas y Evita capitana, los discursos del presidente depuesto y su esposa”.

El nuevo régimen castiga con cárcel el hecho de nombrar a Juan Domingo Perón y a María Eva Duarte, y de exhibir los símbolos partidarios “creados y por crearse”. Durante años, el periodismo escrito y radial se referirá al general derrocado como “el dictador depuesto” y “el tirano prófugo”.

Se destruyen monumentos y se queman libros escolares. La Ciudad Infantil Evita es arrasada y se clausura la Fundación de Ayuda Social Eva Perón. El militar que asume como interventor elabora un informe en el que menciona el derroche peronista que significaba darles de comer carne y pescado todos los días a los chicos y, además, bañarlos y ponerles agua de colonia. El interventor contrata una cuadrilla para romper a martillazos toda la vajilla con el sello de la institución.






















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