Memorias Propias

Un día, tendría 4 años, por razones de trabajo de mi padre, empleado judicial, nos trasladamos con toda la familia al sur de Mendoza, a la ciudad de General Alvear.

Hacia calor, y todas las mañana mi mama se levantaba temprano a barrer la vereda, aun lo hace, con mi hermana Mariela, soliamos jugar mientras mi viejo se levantaba para ir a laburar.

Todas las mañana pasaba un amigo de papá, compañero de trabajo, con Mariela todas las mañana, lo saludábamos, él nos levantaba la mano, nos decia lagunas palabras, y seguia su camino.

Pero ese día, que por un segundo que mama vuelve dentro de casa, lo vemos doblar por la esquina como lo hacia, solo que esta vez, en contramano aparece un auto azul, un Ford. Nos asustamos, mi hermana mayor, entendió todo y corrió a llamar a mamá, yo quede helada, era “nuestro” amigo al que unos señores, golpeaban y metían a la fuerza dentro del auto, una camioneta para ser mas exacta. Siempre recuerdo como brillaban las letras de la chapa de Ford, no se porque...

Todo duro milésimas de segundos, el resto de mi familia llego a la vereda, cuando la camioneta había comenzado su huida, mi viejo, solo con el pantalón puesto, salió corriendo detrás del auto. No los pudo alcanzar, alerto algunos sobre esto...a los días recibió una amenaza contra la familia y la vida de el.

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