“Zurdos que dicen mentiras”

IVE

El Instituto del Verbo Encarnado corporiza la vertiente tradicionalista e integrista de la Iglesia Católica, donde el poder civil se encuentra subsumido en el poder espiritual. De allí, cierto desapego por las instituciones democráticas y su proximidad a las fuerzas militares. Por otro lado, está presente un marcado tinte nacionalista. El catolicismo como pilar de la nacionalidad fundamentó el ideal de la Argentina católica. Se parte de una cosmovisión que iguala el ser nacional al ser católico.

En San Rafael, el Instituto del Verbo Encarnado tiene además del seminario mayor, María Madre del Verbo Encarnado, un seminario menor, un monasterio de su rama contemplativa, hogares para niños huérfanos y para discapacitados y dos colegios.

Una de las actividades son los congresos, como este que realizaron para analizar la obra de Hugo Wast. Gustavo Martínez Zuviría, el mediocre folletinista cordobés más conocido por su seudónimo de Hugo Wast. Este antisemita desbocado, que decía que una de sus frases favoritas era “gritar mueran los judíos equivale a gritar viva la patria” fue el autor de la novela “Kahal” , que se convirtió en libro de cabecera de los nazis vernáculos. Y  el gobierno militar lo designó ministro de educación, desde donde impuso rápidamente la enseñanza católica obligatoria en todos los establecimientos educativos del estado.


Fuera de la provincia de Mendoza, el IVE tiene parroquias en la diócesis de La Plata, bajo el amparo del arzobispo Héctor Aguer, y en la de Añatuya, en la provincia de Santiago del Estero. En Chile tienen un noviciado. En Arequipa, Perú, Washington y Segni, Italia, tienen otros tres seminarios mayores. La rama femenina, Servidoras del Señor y la Virgen de Matará, tiene casas distribuidas por todo el mundo.

El IVE tiene una editorial. Sus libros se venden, entre otros sitios, en Riobamba 337, una librería ultramontana y filonazi propiedad de Jorge y Marcelo Gristelli, amigos personales de Miguel Etchecolatz  y guardianes del integrismo católico.

Miguel Etchecolatz
Mano derecha de Ramon Camps, jefe directo del operativo en donde se secuestraron a estudiantes de secundaria que reclamaban por el boleto estudiantil, acusado de delitos de lesa humanidad, actualmente cumple la pena de reclusion perpetua.

Después de que Etchecolatz fuera condenado a reclusión perpetua en 2006, el testigo del caso, Jorge Julio López, desapareció, lo que hizo que las organizaciones de derechos humanos se movilizaran en repudio de un eventual secuestro y hasta octubre de 2012 los gobiernos nacional y provincial no habían obtenido éxito en sus pesquisas.
Julio Lopez, desaparecido


ENTREVISTA CON EL FUNDADOR, EL CURA CARLOS BUELA
“Zurdos que dicen mentiras”

Por Mariana Carbajal

“¿De Página/12 me llama? Página/12 es un diario de zurda, que siempre dice mentiras, en especial con la firma de Horacio Verbitsky.” Así empezó el diálogo que a mediados de la semana pasada esta cronista mantuvo telefónicamente con el padre Carlos Miguel Buela, fundador e ideólogo del ultraconservador Instituto del Verbo Encarnado. Buela vive desde mediados de 2001, cuando el enfrentamiento con el Episcopado argentino llegó a su punto más álgido, en las afueras de Roma, adonde fue trasladada la sede central de la congregación. “A nosotros nos pasa al revés que a los políticos: cuando nos persiguen, nos hacen crecer”, sostuvo Buela.

Nacido en Parque Patricios, hincha de Huracán, Buela tiene 65 años. Quienes lo conocen sostienen que tiene poco vuelo intelectual. Su carrera eclesiástica avanzó al amparo de los obispos más conservadores del país. Siendo alumno del seminario porteño de Devoto, fue expulsado por el entonces arzobispo de Buenos Aires, cardenal Antonio Caggiano, en castigo por haber enviado una carta a todos los obispos, donde patentizaba su visión integrista de la Iglesia. Sin embargo, Buela consiguió ser admitido en el seminario de San Martín, por el ex obispo de esa diócesis, monseñor Manuel Menéndez, de perfil muy conservador. Durante la última dictadura militar fue ayudante de capellán en el Liceo Militar ubicado en aquella localidad bonaerense, donde luego trabajó hasta la fundación del IVE en la parroquia Nuestra Señora del Rosario, de Villa Progreso.

Buela es un ferviente admirador del fallecido cura Julio Meinvielle, considerado adalid espiritual e ideológico del violento grupo antisemita Tacuara, integrado por jóvenes de la oligarquía argentina. En un opúsculo in memoriam de Meinvielle, Buela lo llama “mi padre en Cristo” y dice que espera que su ejemplo “ilumine las mentes y los corazones de los que se están preparando para el sacerdocio, como antes me iluminó a mí”.

Durante la entrevista con Página/12 contó que el perfil de los seminaristas del IVE es “muy variado: tenemos universitarios que han ejercido su profesión cinco o seis años, universitarios recién graduados, hijos de millonarios y jóvenes muy humildes. Estoy cansado de escuchar hablar mal de la juventud argentina: tiene grandes ideales y ganas de hacer cosas”.

–Deben tener un buen marketing para atraer a tantos jóvenes en tiempo de crisis de vocaciones en la Iglesia Católica...

–El marketing lo han hecho nuestros enemigos, incluido Página/12.

Según información suministrada por el IVE, en 2005 los seminaristas mayores en San Rafael eran 95. Ese año los novicios (cuya casa de formación está en Chile, pero de allí pasan a hacer estudios a Mendoza) eran 30, y la rama femenina tenía 60 estudiantes y 30 novicias. Anualmente, aseguró la congregación, ingresan para convertirse en soldados del Verbo Encarnado un promedio de 30 jóvenes varones, y un número similar de mujeres.

–¿Qué opina del presidente Néstor Kirchner? –le preguntó este diario.

–No es santo de mi devoción. Creo que es un gran error político tratar mal a la Iglesia. Hay que buscar la unidad siempre.

cura Carlos Buela



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